Las mascarillas faciales son un producto cosmético que se emplea de manera puntual para complementar de forma sencilla el ritual de belleza diario.

Para que los beneficios sean realmente efectivos hay que buscar la que más se adecue a cada tipo de piel y que contenga los activos necesarios que ayuden a mejorar el cutis.

Mascarilla tensora
Para aquellas que dispongan de menos tiempo, esta mascarilla casera a base de yogur es muy buena para tensar la piel y disminuir las arrugas.

Mezclar un huevo con dos cucharadas de yogur natural y aplicar por todo el rostro, dejar actuar por 15 minutos y enjuagar.

Mascarilla anti-arrugas
Para esas arrugas que nos sacan de quicio existen mascarillas caseras para la cara especiales para corregirlas. El ingrediente estrella de este tipo de mascarilla casera es el huevo, ya que es un ingrediente rico en colágeno y hará que nuestra tez se vea más firme y tensa.

La preparación de esta mascarilla consiste en separar la clara y la yema de un huevo. En el recipiente donde esté la yema, echaremos una cucharada de miel, dos de leche y mezclaremos bien. 

Por otro lado, batiremos la clara del huevo. Una vez tengamos todo, primero aplicaremos la clara de huevo sobra la zona del cuello y contorno de ojos; y luego, la mascarilla de la yema por todo el rostro. Dejar secar la mascarilla y enjuagar con abundante agua tibia.